Hubo un tiempo, durante mi juventud, en el que tenía una marcada afición por las artesanías, los cerditos y los acordes con séptima. Eso, junto al hecho de que tenía mucho tiempo de ocio, fue lo que me permitió hacer esta bobada.
Por cierto, el cerdito de palma (artesanía de guerrero) se llama Ruffiño porque, dicho sea de paso, también yo tenía una profunda afición por la palabra "ruff".